Es posible la III República

Cuando se cumplió el setenta y cinco aniversario de la proclamación de la II República, una serie de actos propagandísticos y conmemorativos, llevó a pensar al grupo de partidos y organizaciones a la izquierda del PCE, y a los pocos partidos políticos republicanos que en España son, que una corriente de opinión favorable al republicanismo recorría España y que, la proclamación de la III República, estaba poco menos que a la vuelta de la esquina. Pensaban, que IU y el PCE, retomaban la lucha por la República seriamente y eso daría un empujón importante. Nada más lejos de la realidad. Errores lamentables dentro de aquella propaganda, como la necedad de exigir un referéndum "República - Monarquía", ¡a estas alturas!, o pedir al PSOE que se convirtiera en garante de una Ley de la Memoria Histórica que a todas luces, no pasaría de memorieta, salida de las manos de ese partido y nuestras Cortes, hace presagiar que tal corriente de opinión, favorable al republicanismo, tendrá que esperar.

La III República, podría ser una alternativa a la rutina político del Estado monárquico, fuertemente ligado al neoliberalismo conservador, así como todos y cada uno de los partidos que sostienen a la monarquía, pero para ello, en España tiene que haber republicanos. No basta, con que partidos políticos, en algunos casos con un fuerte ideario comunista y siempre con poquísima presencia en la sociedad, se empeñen en que por arte de birlibirloque, de repente, España se despierte con un estado republicano, pero no sólo republicano, sino además, dependiendo de los deseos del partido en cuestión: republicano socialista, republicano obrera, republicano popular... y esto, al margen de las aspiraciones de la inmensa mayoría del pueblo español.

La proclamación de una III República en España, es altamente improbable en los próximos años. Y mucho menos de una República que para construirla fuera imprescindible la destrucción del Estado actual por medio de una revolución. No de la Monarquía, sino del Estado capitalista. Pretender esto es absurdo en la época actual, y más parecería una idea surgida de aquellos que quieren alejar cada vez más a nuestro país de la República, que de concienzudos comités centrales que pretenden tener en sus manos el Materialismo Histórico como herramienta de análisis.

La situación política en España es lamentablemente clara. Por una parte, dos partidos el PSOE y el PP, se reparten el noventa por ciento de la influencia y el control de los españoles. Es indiscutible, que son dos partidos que se mantienen o avanzan. Partidos de derechas ambos, al servicio cada uno de un sector diferente de la oligarquía, pero con un denominador común: la fuerte convicción de que el sistema capitalista es el mejor de los sistemas posibles para el mundo y para España, la monarquía, la forma de Estado necesaria para garantizar la estabilización del sistema. La diferencia, es que mientras uno gestiona el poder de una fracción de la oligarquía que ni siquiera entiende la necesidad de una democracia tan "liberal", la otra oligarquía, piensa que es imprescindible un sistema de libertades políticas, de prensa etc. para garantizar la tranquilidad y la equiparación con el entorno europeo. El resto de las fuerzas políticas en España o son nacionalistas, o no pintan nada. Y en el caso de los nacionalistas, coinciden totalmente con la fuerte convicción de los partidos estatales mayoritarios: capitalismo y monarquía. Es pues, con este panorama político, una entelequia pensar en la posibilidad, no ya de la proclamación de la III República, sino, de algún avance en esa dirección. A la pregunta del título del artículo, habría que contestar tajantemente: no es posible en este periodo histórico la proclamación de la III República.

La III República, sólo sería posible en estos momentos si se desmoronara desde su propio interior el Estado monárquico. Pero en ese alucinante caso, la república, vendría de la mano de los partidos políticos altamente convencidos de las bondades del capitalismo y de la democracia controlada. Es decir, PSOE y PP más los partidos nacionalistas. Esa República sería un calco del actual Estado. Seguramente, no permitiría el ejercito que se cambiara la bandera actual por la tricolor, y eso sería el único campo de batalla que nos quedaría a los republicanos, amen, de reivindicar toda suerte de "reivindicaciones". Quiera Dios, que nunca se derrumbe desde dentro el actual Estado monárquico.

No es posible proclamar la III República a medio plazo, y mucho menos a corto: no hay republicanos, y los partidos de izquierda que estarían por esta labor no tienen la fuerza suficiente. Sin embargo, si se puede avanzar en la dirección republicana desde posturas inteligentes. Lo primero, es reconocer las limitaciones y aceptarlas para corregirlas.

Una de las limitaciones más importantes es la organización. No existe una organización republicana seria, creíble, con contenidos programáticos capaces de llegar al pueblo y que tengan la posibilidad de llevarse a la práctica. Eso es lo primero que hay que solucionar. En este sentido, los partidos a la izquierda del PCE, e incluso el propio PCE, si tendrían mucho que decir y que hacer si fueran capaces de llegar a un acuerdo de mínimos, programa mínimo, en el que ninguno renunciara a su ideario y que permitiera hacer un trabajo para que en un plazo razonable de tiempo los republicanos tuvieran presencia en los ayuntamientos, en el Congreso, el Senado y en los parlamentos de las comunidades autónomas. El primer paso, pues, es crear la herramienta.

Idea Republicana

 

 

Un sentido malestar recorre Madrid (I)

Un sentido malestar recorre Madrid. Basta, subir a un autobús, entrar en una carnicería, o en una oficina de correos, en las que desde hace días largas colas de madrileños esperan, pacientemente, sí, pero no por eso menos enfados, ante lo que todos consideran un robo del Ayuntamiento del señor Gallardón, "el faraón" o el "zanjas", como se le empieza a mencionar despectivamente en todas las conversaciones que en torno a la tasa de basuras se pueden oír en Madrid y que no son pocas, todas ellas con la misma conclusión: un robo, un asalto, una canallada impositiva que unida al IBI, puede dar un mordisco en los pequeños sueldos que, generalmente. cobran los trabajadores de más de trescientos euros en el mes de noviembre. Y no digamos nada en las pensiones. Se imaginan, una viuda que cobre una pensión de seiscientos y pico euros. O estas miles de pensiones por enfermedad que raramente llegan a los novecientos euros. O los jubilados, sobre todo los que más años lleven en esa situación, que con el pasar del tiempo, la cuantía de sus ya "caninas" pensiones de entonces, ha perdido un 20 ó un 30 por ciento de poder adquisitivo.

Sospechamos, sin embargo, que el malestar no debe ser sólo en Madrid, sino en todo el territorio nacional, pues todo se ha juntado.

Una crisis económica en donde el gobierno del mal llamado Partido Socialista Obrero Español, le regala a los banqueros ¡lo que pidan!, al fin y al cabo, ellos son inocentes. ¡Que barbaridad!. Con el aval o el dinero del Estado directamente, sanean sus cuentas para mantener, por supuesto, sus desorbitados y disparatados sueldos, primas, sobres, blindajes e impúdicos beneficios , también este año... Y es que no les comprendemos: ustedes saben lo que cuesta mantener una mansión de cuarenta habitaciones con sesenta criados o más. ¿Pero qué puede hacer el gobierno? si son los banqueros los que dan y quitan cetro.

Un veinte por ciento de parados. Eso sí, a éstos se le "racanea" cualquier mejora que evite la hecatombe familiar, de las que, decenas de miles, tienen a todos sus miembros parados. ¡Para esto, mejor el aborto!. Surge con fuerza un nuevo subconjunto de trabajadores, bien que buscan su primer empleo o que su primer empleo lo han perdido en la crisis a la primera de cambio. No hace mucho les llamaban ni, ni: ni estudian ni trabajan. Ahora se les llama los ni, ni, ni: ni estudia, ni trabajan, ni buscan trabajo. El sistema, todos sabemos cual, pues, ya a estas alturas no se puede hablar de gobierno alguno, al fin y al cabo los diferentes gobiernos son simples gestores de los intereses de aquellos que tienen el poder político y económico, no los puede admitir en su seno, no ya como mileuristas, sino ni tan siquiera como quinientoseuristas, para eso que trabaje...

Una patronal, que ha ido avanzando en la conquista de sus reivindicaciones desde hace treinta años sin nadie que le pare los pies. Contratos de trabajo: a escoger, cada vez más leoninos para los trabajadores. Salarios: a la baja con pérdida continua de nivel adquisitivo. Dueños absolutos, los patronos, de los trabajadores, de su tiempo y de sus vidas, despidos... cada vez más fraudulentos y canallescos en donde las empresas que se han forrado con las plusvalías generadas por los trabajadores en épocas de vacas gordas, recordemos que el dinero no crece en los árboles, sino que es simplemente "trabajo acumulado" y, ¿quienes trabajan más y mejor que los albañiles?. Los empresarios, no resisten ni un minuto las pérdidas y, a la primera de cambio, a despedir.

Unos sindicatos que, cuando se ponen a negociar con la patronal, jamás negocian sobre reivindicaciones de los trabajadores. ¿Han visto ustedes alguna vez, hablar a los sindicatos, de la reducción de la jornada laboral; pero a que si han oído a los sindicatos: "la disminución de las aportaciones a la seguridad social de las empresas habrá que negociarla, ¡no consentiremos que esta se reduzca más de un ...%!, pero, y las aportaciones de los trabajadores a la seguridad social ¿cuando se rebajan?.

Recapitulemos: Impuestos abusivos, crisis económica, paro por las nubes, como los precios de los productos de primera necesidad. Ya verán ya cuando se empiece a aplicar el diez y ocho por ciento de IVA a la luz, al teléfono, al agua y mil productos más de primera necesidad. Partidos políticos del arco parlamentario con un nivel de corrupción considerable y que sólo ponen el entendimiento en como mantenerse en el sillón, por el dinero que se llevan por cada voto, no crean. Sindicatos mayoritarios: CCOO y UGT de la patronal y otros sindicatos minoritarios, que aunque se esfuerzan, no consiguen dar con la política adecuada. Asociaciones de vecinos que convocan, y por cumplir, a una manifestación tres meses después de que se supiera la subida de la tasa de basuras. Ni movilizaciones de estudiantes, que en otros tiempos eran la punta de lanza de la protesta cuando los obreros flaqueaban, ni movilizaciones de trabajadores. Esta crisis, de todas las que ha habido en los últimos años, es en la que menos huelgas y manifestaciones ha habido. ¿Cómo no va a recorrer España un sentido malestar?. Sentido, silencioso e impotente malestar, ya que esta situación es un "trágala" sin esperanzas.

Ides Republicana

Un senitdo malestar recorre Madrid (II)

Como canalizar el descontento en beneficio del pueblo trabajador

Lo primero que convendría saber es hacia donde sería necesario canalizar éste descontento y quién o quienes, podrían hacerlo.

Los intereses del pueblo trabajador en España, en esta época, en un primer paso, tendrían que tener como objetivo primordial frenar el desmantelamiento de los servicios públicos, que hasta ahora forman en España el Estado de bienestar, nada comparable, por supuesto, nuestro Estado de bienestar, en calidad y cantidad al de los países más avanzados de Europa: Sanidad, atención a la tercera edad, pensiones por enfermedad, jubilaciones, enseñanza, atención a los colectivos más desfavorecidos etc.

No queremos decir con esto, que en España no haya ninguna prestación social merecedora de ese nombre, pero sí, que este año ha doblado su costo el billete que a los ancianos les permitía utilizar el transporte público a un precio razonable, que cada dos por tres, el Estado lanza un globo sonda para enterarse de como sentaría el copago a los jubilados de las medicinas, o el pago de un canon para acudir a la consulta de un médico de la Seguridad Social tanto a jubilados como a activos, y como esto, otras muchas cosas, que van en la dirección de estrujar al máximo los bolsillos del ciudadano y de los más indefensos, pues, aunque los trabajadores en activo tampoco se movilizan excesivamente para defender sus intereses, todo lo más que se movilizan es cuando ya ha cerrado la fábrica o sus puestos de trabajo están amenazados, que en la mayoría de los casos suele ser ya tarde, los ancianos y los colectivos más desfavorecidos, en general, apenas si tienen posibilidades de movilizarse ni de organizarse, esperando la solidaridad de la juventud y de todos los trabajadores.

El segundo objetivo, serían los impuestos. En España, como en la generalidad de los países capitalistas, que hoy por hoy son prácticamente todos en nuestro planeta, hay un sistema de impuestos extremadamente injusto. El sistema de impuestos indirectos, (IVA), que en julio subirá al 18% hace que paguen por una linea de teléfono los mismos impuestos, aquellos que tienen unos ingresos de seis mil euros al mes y los que tienen unos ingresos de seiscientos euros o los que tienen unos ingresos de cien mil euros al mes. Nada más injusto y canallesco que esto. Habría que exigir, que paulatinamente, el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas, se convirtiera en la forma fundamental de tributar al Estado lo necesario para mantener las prestaciones sociales y todas las necesidades de la sociedad. El que más gane que sea el que más pague en todos los impuestos.

Pero para llevar adelante un lucha de tamaña envergadura sería necesario contar con una herramienta que nos permitiera luchar en todos los frentes contra las intenciones del neoliberalismo. Es evidente que esa herramienta no existe.

Aún a pesar, de que el reciente congreso del PCE a intentado hacer creer que el partido se fortalecía y reconstruía con la mirada puesta en la unidad y el entendimiento con Izquierda Unida, presentándose como la única alternativa posible de progreso, al PSOE/PP, está por ver, cuando tengan que hacer las próximas listas electorales, si eso es así o no. Mucho sospechamos, por la facilidad con que ha resuelto el PCE todos los problemas que arrastraba desde hace décadas, no siendo el menor su enfrentamiento con IU, que ese éxito congresual, es "la cara" necesaria que tenía que dar para tratar de frenar la sangría de votos que en las últimas convocatorias electorales estaba dejando a IU cada vez más cerca de desaparecer del Parlamento de la Nación y del Senado, quedándose, exclusivamente, con representación en ayuntamientos y cada vez menos. Sin embargo, no hay que olvidar, que el PCE/IU, acumulan alrededor de un millón de votos y una organización de de miles de militantes. Pero tampoco hay que olvidar, que el PCE, empezó a perder su credibilidad y su prestigio, ganado a pulso en la Guerra Civil y la resistencia contra el franquismo, con la renuncia a la República, con los Pactos de la Moncloa y otros pactos, dirigidos también, con mil excusas, contra los intereses del pueblo trabajador. No estaría de más, que en algún congreso del PCE, se escuchara una autocrítica de aquella política, sobre todo, si como dicen, quieren realmente volver a luchar por la República que abandonaron en la Transición. Y no estaría tampoco de más, ver escrito en algún libro que fue lo que paso realmente en esa "loable" transición, para que renunciara a tanto y tan perjudicial para el pueblo trabajador. Otras muchas cosas tendría que explicar, pero para empezar bastaría con estas.

Idea Republicana