El PCE y la III República (I)

El PCE y la III República

De todos los partidos políticos que en este momento están haciendo un esfuerzo importante por fomentar el republicanismo, no se puede negar que el PCE es uno de los que mayores pasos está dando, el más llamativo: Ayuntamientos por la III República, pero a nuestro juicio equivocados.

Desde hace algún tiempo, el PCE viene impulsando Ayuntamientos por la República, de hecho, el 8 de enero pidieron en el Congreso un Proceso Constituyente, se supone, que pidiendole al Congreso se convirtiera en Cortes Constituyentes, redactara una nueva Constitución y que esta fuera republicana. Después, se echaba al rey y ya está aquí la III República. "casi na". No he tenido más noticias de este asunto.

Esto estaría bien en otras condiciones de correlacción de fuerzas. Pero en un país, en que más del noventa por ciento del electorado ha votado de una forma o de otra derecha, extrema derecha, derecha nacionalista todos ellos monárquicos, salvo los irredentos independentistas de "izquierdas", parece una aptitud poco inteligente desde los pocos ayuntamientos de IU, querer doblegar el poder monárquico y obligarle a constituir unas Cortes Constituyentes republicanas que le pidan al rey que abandone el poder. Parece aquello de la huelga general pacífica, que nunca llegó, como era natural, para derrocar a Franco.

¿Cómo se haría? ¿Ganaría, IU unas elecciones municipales?. O se convertirían los populares en zorrillistas fanáticos dispuestos a todo para proclamar la III República. ¿Iría el PSOE, arrastrado por "la burguesía" de cabeza a la III República. No lo creemos.

Más bien parece que esto es poco más que una ocurrencia del PCE para salir de una situación difícil.
Pero si fuera posible esa República, nacida de esos ayuntamientos, nacida de un importante poder del estado monárquico, ¿Nos garantizarían un cambio en los criterios sociales del poder?. No lo creemos.

El PCE, podría ser un puntal importante en la formación de una corriente republicana. Pero le falta un hervor: la autocrítica.

El PCE y al III República (II)

La autocrítica: un salto cualitativo

Algunas veces, he oído o hecho criticas a la política del PCE y no en pocas ocasiones, los miembros de este partido, han acusado a los que criticaban de "gente anti-partido". Nada más lejos. Es cierto que en otros tiempos, un sector de la izquierda del PCE abusaba de los insultos para determinar la política de este partido y sobre todo para faltarle el respeto a su entonces secretario general Santiago Carrillo: Santiago "mofletes", Santiago "cagarrillo" (aludiendo a posible cobardía), y otros peores como traidor, vende obreros o, no como un insulto, sino como una definición de la política del partido, revisionista y cosas de esas. Pero también es cierto que algunas criticas eran acertados comentarios sobre los errores que estaba cometiendo el PCE durante la transición
Llegó un momento, con la definitiva desaparición de la izquierda del PCE y la salida de Don Santiago "mofletes" del partido que estas criticas amainaron. Sin embargo, desde hace algún tiempo, en algunos círculos políticos se ha vuelto a criticar a esta formación volviendo, sobre todo, la memoria a la política de este partido durante la transición.

Este es el caso de las elecciones del 9 de marzo en que, tras el batacazo de la formula electoral IU, y la culpabilización de sus dirigentes a la ley electoral vigente, no pocos le hemos recordado a IU, que esta ley rige desde hace treinta y tantos años y que el PCE la aceptó en su momento porque le venía de perlas para quitarse de encima a los partidos a su izquierda: ORT, PT, MC, LCR y un largo etc. de grupos, preocupado por si alguno de ellos era capaz de conseguir representación parlamentaria a costa de lo que el PCE consideraba su voto particular. Eran los días, en los que el PCE se sentía euforico al verse sentado en los sillones de las Cortes. Los días, que despreciaban a todas aquellas formaciones políticas, algunas hermanas y otras que muy bien le advertían, "vais por mal camino" que no habían sabido hacerse un lugar en el corazón del sistema, que no habían querido formar parte del textamento de Franco.

Nada más lógico que recordarle a IU (léase PCE) que ellos tuvieron algo que ver en esa ley. Antes, como dije, a los que criticaban al PCE se les llamaba anti-partido, ahora, a los que le recuerdan al PCE su política durante la transición: ¡ya os lo decíamos! les recordamos, nos dicen que eso es agua pasada. Pero, como no recordarlo cuando es tan reciente y algunos se les olvida con tanta facilidad como por ejemplo con la ley electoral.

 

Una de las cosas, mal a mi juicio, que hizo el PCE durante la transición fue renunciar a la República. Ahora quiere enarbolar o enarbola, de nuevo esta bandera. ¡Como no volver al pasado!. ¡Como no, volver a la transición!

¿Porqué ahora la República y entonces no? ¿Acaso en la España de 2008 hay un rey absolutista que quita y pone ministros a su antojo?. ¿O es que quita y pone presidentes de gobierno para su beneficio como en la época de la restauración?. No. Hay en España una Democracia parlamentaria y es el parlamento el que hace todas esas cosas. Y esto es lo que aceptó el PCE durante la transición.

Pero, ¿Están tan descontentos con la situación en España los trabajadores y el pueblo llano que estamos saliendo a motín diario? mostrando, por tanto, que el proyecto monárquico ha fracasado socialmente. No. Es la época de paz social más grande que haya conocido la historia de España.

Entonces, Porqué ahora una República y no cuando murió Franco, que salíamos de una criminal dictadura y que además se supone que esa dictadura era un paréntesis en la historia de España. Contra quién se rebelaron los militares, el clero y la oligarquía caciquil, ¿Contra Alfonso XIII?. No. Contra la II República.

El PCE, no sólo renuncio a la República, también fue, el cómplice necesario, imprescindible diría yo, de la tremenda ingnominia cometida contra aquellos exiliados republicanos dispersos por todo el mundo. Contra aquellos camaradas encarcelados, torturados y asesinados injustamente como las 13 Rosas. Fueron expulsados a un segundo exilio, que además esta vez los culpabilizaba por haber defendido la República o, haber luchado contra el régimen franquista. ¡Los verdugos! dando amnistía a los inocentes!
Aquel comportamiento vergonzante, deshonroso para el PCE, lo zanja ahora votando sí a una ley de la memoria histórica, (IU) que no sólo es lamentable sino que rinde una bandera de lucha del republicanismo sin nada a cambio.

Si el PCE quiere seriamente enarbolara la bandera de la República, seriamente tendrá que explicar todas estas cosas, si es que quiere que le sigan los trabajadores y las formaciones de izquierda:

Explicar porqué renunció a la República. Explicarlo, lógicamente, de forma que se le pueda creer. Es decir, explicar que es lo que pasó en la transición para tener que renunciar a la República. Que presiones tuvo y de quién, toda la verdad.

El PCE y la III República (conclusión)

Sería bueno, como dijimos anteriormente, que una organización como el Partido Comunista de España, encabezara un Opción Republicana (posible nombre de acuerdo entre fuerzas republicanas) frente al monarquismo PP-PSOE. El Partido Comunista de España, representa el bastión de la lucha contra le rebelión militar fascista y también el bastión de resistencia al fascismo una vez perdida la guerra. También representa el error de la Política de Reconciliación Nacional y la renuncia a la República en la transición y el abandono de los exiliados. Aciertos y errores. No sabemos distinguir si los errores pesan más que los aciertos, pero consideramos que una autocrítica sincera, y la aclaración y denuncia de las presiones ejercidas por el poder en la transición para que se renunciara a la República, denunciar con nombres y apellidos, y una crítica al actual Estado Monárquico abriría las puertas del PCE a muchos, deseosos de luchar seriamente por la III República. Pero la autocrítica es imprescindible para poder ofrecer un carnet limpio o, poder ir en coalición con otras fuerzas en el largo y arduo camino a la III República.

                   

 

¡Viva la República!

Idea Republicana